1. Presupuesto total vs. precio del lote
Antes de comprar, preguntate: ¿cuánto puedo invertir en total?
Tenemos que definir la categoría de la vivienda. Por ende, la inversión en el lote es directamente proporcional.
Si estamos pensando en una casa en la que vamos a invertir 2.000 USD el m², el lote y el barrio tienen que acompañar esa inversión.
Para hacer un proyecto inteligente, esto se define desde el inicio: categoría del barrio junto con categoría de vivienda.
Un lote de USD 20.000 y construir a 2.000 USD/m² no se corresponde, como tampoco tiene sentido invertir 150.000 USD en un lote de 800 m² y querer construir a 1.100 USD/m².
Esta relación es fundamental para saber dónde estamos parados y qué tipo de proyecto queremos hacer.
Si tenés acceso a financiación o pensás comprar en pozo, revisá bien qué incluye el precio y en qué estado están los servicios reales.
2. ¿Casa de fin de semana o vivienda permanente?
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Para vivir todos los días: priorizá cercanía a servicios, accesos rápidos, colegios y seguridad.
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Para escapadas: podés priorizar la tranquilidad, el verde y un entorno relajado.
3. Barrio en pozo vs. barrio consolidado
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Barrio en pozo: más económico, pero con más incertidumbre. Puede demorar en consolidarse o habilitar obras. Está bien si es para ahorrar o como lote a futuro.
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Barrio consolidado: mayor valor, pero más certezas. Ya hay vecinos, calles, servicios, normas claras. Podés construir y mudarte sin convivir con obras alrededor.
4. Forma del lote y retiros
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Lotes regulares (rectangulares): más versátiles para proyectar.
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Lotes irregulares: permiten diseños más creativos, pero requieren un diseño preciso y más estudio.
Cuidado con los retiros obligatorios: algunos barrios exigen entre 3 y 5 m al frente, mínimo 5 m atrás y entre 2 y 4 m a los laterales.
Esto reduce mucho la superficie construible real.
En terrenos angostos, con muchos retiros, es común terminar con proyectos tipo "chorizo", largos y angostos.
5. Categoría del barrio
Un lote de USD 20.000 y uno de USD 150.000 no están en el mismo contexto:
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Cambia el tipo de construcciones vecinas
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Cambia el estilo de vida de quienes lo habitan
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Cambia el presupuesto de obra que se espera en ese entorno
Elegí un barrio que no solo te guste, sino que acompañe el tipo de casa que querés construir.
Considerá también el estilo de vida, si vas a usar (o no) los amenities, qué actividades sociales ofrece.
Todo esto va a impactar en el valor de las expensas y en la vida cotidiana.
6. Tamaño del lote y estrategia de implantación
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En lotes chicos (300–500 m²), suele convenir construir en dos plantas para conservar jardín.
Una vivienda de más de 120 m² prácticamente exige una planta alta si se quiere conservar espacio libre. -
En lotes grandes (700 m² o más), una planta baja extendida puede funcionar muy bien, si el reglamento lo permite.
También pensá en el jardín:
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¿Dónde da el sol al mediodía?
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¿Cuánta sombra querés?
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¿En qué horario va a dar el sol en la futura pileta?
En lotes orientados al norte, hay que tener especial cuidado con que la propia casa no le haga sombra al jardín.
7. Orientación
Mucho se habla de que la mejor orientación es al norte…
Pero yo, personalmente, muchas veces prefiero el sur.
¿Por qué?
Porque me gusta que la casa se abra hacia el contrafrente, donde se vive. Y desde ahí, tener luz natural sin que el sol te abrase a la tarde.
¿Querés un desayuno con luz suave entrando por la ventana del living?
Entonces orientá ese espacio al este.¿Querés ver una peli a la tarde sin reflejos en la tele?
Entonces el oeste no es tu amigo.
No se trata solo de metros. Se trata de cómo vas a vivir cada momento del día.
Eso también lo pensamos cuando diseñamos.
Elegir el lote no es un trámite.
Es una de las decisiones más importantes del proyecto.
Un buen terreno, un barrio que se amolde a tu estilo de vida, no es el más barato ni el más grande:
es el que se alinea con tu forma de vivir, tu presupuesto, y tu sueño.
Desde ADO, te acompañamos incluso antes de que compres el lote. Porque creemos que el proyecto empieza mucho antes del render.

